El núcleo del amor es la fuerza,
el valor que mostramos para
luchar por lo que amamos,
la fortaleza para defender lo que más apreciamos,
enfrentar desafíos, superar barreras, derribar obstáculos.
Cuando el amor es auténtico surge con la fuerza de la audacia,
el atrevimiento, la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo
que amamos;
es en esa entrega sin condiciones cuando surgen fortalezas donde
antes no las había.
El amor nos da el valor de luchar por nuestros sueños,
dar la vida por los que llevamos en el corazón,
modificar nuestra propia existencia,
cambiar nuestro ser,
rebasar el límite de nuestras potencialidades.
El amor nos da la fuerza
para respetar a los seres que amamos,
para sonreír a pesar de las adversidades,
da la humildad para pedir perdón,
da la grandeza de la comprensión,
la nobleza de perdonar.
El amor nos da el poder
para manifestar nuestras emociones,
para alcanzar estrellas,
para convertir nuestros sueños en realidades,
entregar nuestra vida por un ideal.
El amor nos transforma en seres superiores,
nos despierta
nuestra capacidad de asombro,
nos da la sensibilidad de la contemplación,
nos
impulsa a niveles infinitos,
nos da la fuerza para recorrer nuestra vida con un
espíritu invencible
y nos impulsa a alcanzar lo imposible.
El amor es la fuerza que deposita en el corazón
de
todos los seres humanos,
a cada uno corresponde decidir como vivir
como un paladín o
un cobarde,
como un conquistador o un conformista,
como un ser excelente o un
mediocre,
como un ser lleno de luz o quien permanece por siempre en la
oscuridad,
el amor hace nacer la fuerza para atrevernos a ser auténticos
colaboradores en la grandeza de la creación.
Pregúntate si de verdad amas,
Si estas luchando con todas tus fuerzas
para conquistar lo que deseas
El valor para luchar por tus hijos.
Cuidar de tus padres.
Hacer feliz a tu pareja.
Conceder el perdón a tu enemigo.
Pedir humildemente perdón a quien ofendiste.
Pregúntate si:
Tienes la fuerza para amarte a ti mismo,
de convertirte en
el ser que está llamado a ser
¿Te atreverías a hacer de tu vida
una obra magistral digna
de las manos que te crearon?
¿Tienes la fuerza del amor?
Anónimo.
No te pierdas este vídeo, y suscribete. Está hecho con amor.
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