El título de este post lo dice todo. Empoderarse, es tomar
poder y nutrirse del alimento o la gasolina para el buen funcionamiento de nuestro motor emocional , éste es el que nos llevará allá donde
queramos.
El poder es energía, y eso justamente, es lo que recibí tras
ver hace unos días un vídeo en You Tube, pura energía positiva, proveniente del
AMOR. Porque si viniera del EGO, procedería
principalmente del MIEDO.
Fue en uno de los vídeos, de los miles que hay en el canal de
You tube, sobre conferencias que TEDx organiza alrededor del mundo.
Recomiendo encarecidamente ver o escuchar a sus grandes conferenciantes. En este post me centro en una mujer española, Maite Sarrió, hace una reflexión sobre el empoderamiento y lo borda con su gran oratoria. Distingue entre sexos o géneros y diferentes construcciones culturales, así como en el sistema socioeconómico, y la transformación de creencias e identidades entre hombres y mujeres.
Recomiendo encarecidamente ver o escuchar a sus grandes conferenciantes. En este post me centro en una mujer española, Maite Sarrió, hace una reflexión sobre el empoderamiento y lo borda con su gran oratoria. Distingue entre sexos o géneros y diferentes construcciones culturales, así como en el sistema socioeconómico, y la transformación de creencias e identidades entre hombres y mujeres.
Me impactó lo que
decía, porque vi reflejada a muchas personas de mí alrededor incluyéndome a mi. He recogido
unas pinceladas de su magistral exposición para compartirlas contigo, pero si
quieres ver el vídeo aquí tienes el link: https://youtu.be/twajsQFti28
PINCELADAS:
La contracara del amor
es el miedo. Miedo a no ser amado. Desde que nacemos, primero con nuestra
madre, nuestro padre, después con nuestro grupo de iguales, nuestra media
naranja… Este miedo nos impide el ser
nosotros mismos, pues se supone que debemos de ser de una manera estipulada
para que nos quieran, y la sociedad, el sistema
o la Matrix, se encarga de ello.
Ese cambio de no ser
lo que somos, provoca que muchas veces no veamos cumplidas nuestras expectativas de lo que se espera de nosotros. El hombre o mujer ideal, que nuestro entorno y los medios de comunicación nos
han impuesto.
Alcanzar la perfección
es imposible, ese miedo de no ser lo suficiente ante la sociedad nos aparta de quiénes
somos y nos impide la paz y la armonía interior.
De esa manera nos
agobiamos desde bien pequeños, pues sentimos que somos seres que nos equivocamos
constantemente. Intentamos escabullir todas nuestras imperfecciones por miedo,
ocultando aquello que realmente somos, nuestra identidad.
Cada uno de nosotros
somos muy diferentes; país, cultura, raza,
género. Por ejemplo ser mujer, todavía a día de hoy, en muchos lugares y culturas es “ser lo otro”, lo complementario, algo
inferior, una subordinada a ese ser superior que es el hombre.
Nuestros padres, abuelos, tíos, ancestros..., nos educaron con la cultura del miedo.
No os habéis fijado que continuamente usan y usaban la palabra “¡Cuidado!” .
Yo hasta hace bien poco lo hacía con mis seres queridos. Ahora me estoy corrigiendo y digo ¡¡¡Que te diviertas!!! O simplemente les digo “Te amo”.
No os habéis fijado que continuamente usan y usaban la palabra “¡Cuidado!” .
Yo hasta hace bien poco lo hacía con mis seres queridos. Ahora me estoy corrigiendo y digo ¡¡¡Que te diviertas!!! O simplemente les digo “Te amo”.
Frases de nuestras madres
y abuelas como: “No te fíes de los
hombres…”, “Hay cada lagarta por el mundo!!! Nos enseñan a desconfiar de los
demás. El miedo a expresar: “No digas nada o te buscarás problemas”, "Las niñas, calladitas, están más guapas",“Si
quieres ganarte la antipatía de todos, lleva la contraria a los demás y verás…”
¡No hagas esto…qué dirán si no! “ “¿Quien te has creído que eres?”. Y la
conformidad y la frustración: !!Es lo
que hay y es lo que nos ha tocado…hay que aguantarse”. “No queda otra que
aceptar lo que nos toca”.
El miedo al mundo, a expandir el poder que
llevamos dentro, nos hace esconder nuestra esencia, ingredientes como nuestro poder el sexual, el intelectual...etc. Han habido
demasiadas mujeres que han pasado por sus vidas con total discreción
y mucha represión. Y no digamos de los hombres, ellos también sufren por los
patrones marcados desde siempre, y les
cuesta muchas veces poder cumplir con los estándares que se le imponen por el
hecho de ser hombre. La responsabilidad, ser cabeza de familia, el que gana más
dinero de los dos, el que tiene más cargo
jerárquico en el trabajo. Y entre los hombres hay demasiada competencia, el que
tiene mejor casa, mejor coche, mejor ropa, mejor mujer, mejor miembro viril…
(Pinceladas de la oratoria de Maite)
¿Cómo podemos proceder para empoderarnos?
·
1.
Desaprende. Rompe
con todos esos patrones que te limitan. Aquellos que nos educaron a
través del miedo y da un paso adelante reeducando nuevos patrones mucho
más coherentes con tu persona, que procedan del AMOR, de tu esencia, de tu
corazón.
·
2.
Descubre tus talentos, tu elemento. Nacemos siendo seres muy poderosos, sin
miedos y con gran intuición. Todos tenemos capacidades, entre ellas está
escondido nuestro elemento. Empieza por transformar y potenciar tus capacidades
y verás como sale tu elemento o tu don. Quizás hasta hoy no le has hecho
mucho caso, te has dispersado por muchos factores, la educación en los
colegios, nuestra familia…, nos hemos ido tapando, tachando, o borrando
esa esencia mágica que todos llevamos dentro. Toma las riendas, responsabilízate,
rasca, escava y recupera tu elemento, descubre de lo que estás hecho , te hará
muy feliz.
·
3. Somos
lo que pensamos. Se ha
demostrado que lo que somos y lo que pensamos, es lo que construye nuestra
realidad. Por otro lado la sociedad se encarga de que olvides quien eres,
te disperses para tener una realidad conjunta y acorde con todos, pero
incoherente con cada uno de nosotros. Esto "NO" nos hace feliz e incluso nos
sentimos muchas veces perdidos.
·
4.
Trabaja la buena suerte. Conforme crecemos, aprendemos a vivir
preocupados por el futuro, con la esperanza que la inercia de nuestro destino
nos favorezca con un poco de suerte. Pero en realidad no es así.
Esperar la suerte nos hace sentir muchas veces estafados, discriminados
incluso excluidos. ¡Por qué no cambias de paradigma y trabajas “LA BUENA
SUERTE”! Muévete, trabaja en ello, no esperes, crea, planifica, ves a por
ello. En el camino encontrarás, en algún tramo, piedras que te dificulten su
paso, será parte del aprendizaje. Tómatelo como superación de retos. Confía y
ten la certeza que lo que quieras, si vas a por ello, lo tendrás.
(Recomiendo el libro de "La Buena suerte" de Alex Rovira y Fernando Trías de Bes, es un buen ejemplo.)
·
5. Siente
la pasión por lo que haces. Si
sentimos amor, el cuerpo se abre, se expande, está dispuesto a cooperar,
respetar, compartir, comunicar, negociar, crear una buena autoestima, es
capacitarse, es empoderarse, y todo ello aporta infinitas posibilidades. Por el
contrario el miedo bloquea, limita, empequeñece, nos hace incapaces… Sin
embargo el amor, es autoestima y ésta empodera, es lo que hace conectar con ese
ser interior que todos llevamos dentro, y que deja expresarnos con todo nuestro
potencial.
·
6. Despierta. Afortunadamente cada vez hay más
personas que se dan cuenta, despiertan y cambian a un nuevo paradigma. Ya no
dejan que nada les impida, les limite, o les empequeñezca. Aunque “ La
Matrix” no para de mandarnos mensajes estratégicos, ya no producen todo su
efecto. Solamente escoge aquello que más te conviene. Haz afirmaciones como: " Yo tengo el poder de elegir". "Lo que yo pienso será mi realidad". "Tengo el poder de escuchar a quien
quiera así como ignorar aquello que no me interesa". Nadie me controla, me
domina, nadie me hace sentirme equivocada, perdida, necesitada. No acojo pensamientos
racistas, sexistas, xenófogos, fetichista, esteticistas, egoístas.
·
7. Soy diferente a todo. La diferencia nos hace ser únicos. Nos
preocupamos por vestirnos igual, siguiendo modas o tendencias, y nos molestamos
en cumplir un modelo de ser humano. Separarse de la igualdad, definirse,
diferenciarse, será fácil, pues todos somos diferentes. Respeta a los demás por
ser diferentes a ti.
·
8. No a la competición. El sistema nos encauza a los hombres
a ser competitivos, agresivos, fuertes, autosuficientes de una manera
exagerada, algunos han muerto en la carretera, en los andamios, en trabajos
peligrosos, duros, para personas valientes… A las mujeres todavía se les encauza a ser sumisas
al amor y cuidado hacia los otros. Muchas
de ellas sin darse cuenta han abandonado su ser, su proyecto de vida.
No es ser egoísta, se trata de ser coherente con uno mismo y enseñarlo a nuestros descendientes. Empoderarse, creer en nosotros mismos, amarnos, cuidar nuestra
autoestima. Desde el paradigma del amor, de buenas creencias y desvelar
nuestra identidad, dejar que nuestra mente cree lo que desee. Es
necesarios que unamos lo que ha separado el sistema. Yo soy tu y tu soy
yo.
Si quieres ver el vídeo que he editado pulsa aquí, espero que te guste:
Si quieres ver el vídeo que he editado pulsa aquí, espero que te guste:
Suscribete a este blog: charo amate blog spot.
Twiter: charocharm
Facebook: Charo Amate Coaching
Canal You tube: CHARO AMATE
1
Me ha gustado mucho el artículo, explosivo y con mucha energía ideal para las personas que trabajamos todos los días de coaching de equipos ya que tenemos que estar siempre rayando la hiperactividad y con ganas de trabajar que es lo que realmente importa, un saludo Charo
ResponderEliminar