Recuerdo que me hicieron llegar vía mail una inscripción
para ir a unos seminarios que yo esperaba desde hacía mucho tiempo. Se trataba
de unas conferencias sobre "la excelencia". Tema interesante para mí.
Y encima iba a Niza, un personaje que yo había estado siguiendo a lo largo de
su trayectoria profesional desde hacía unos años, justo desde que descubrí este
campo personal y profesional que tanto me apasiona. Esperaba la oportunidad
para poder ver a un gran gurú del coach, en persona y en acción.
Salir de Barcelona hacia Niza sola y sin mi familia, (para
mí) era una gran novedad. Aunque me sabía mal dejar la familia durante
unos días, lo necesitaba como persona, incluso como mujer. Necesitaba tener un
tiempo para reflexionar, para meditar y para reencontrarme conmigo misma. También me para despejarme, romper con la rutina diaria, disfrutar del
silencio, y por supuesto, disfrutar de las fantásticas conferencias que me
esperaban.
No conozco a nadie de mi alrededor que quiera ser una
persona excelente. Hoy en día no nos paramos a pensar sobre estas cosas. Para
algunos individuos pensar en ser "excelente" es ser un poco
"friki". Otros lo toman como una especie de competición: hacen ver a
la gente como son de excelentes, perfectos en todos los aspectos de su vida y lo demuestran como si
fuera un escaparate.
Después de asistir a las conferencias tengo una opinión al
respecto y es bien diferente. Ser excelente es ser generoso, ofrecer a los
demás lo mejor de ti. Es ser un referente, una influencia, en definitiva, un
líder. La recompensa de ser una persona excelente es que recibes mucho
emocionalmente, y te enriquece no tanto material como espiritualmente.
Recuerdo que después de terminar los tres días de seminario,
salí del hotel en una nube, transformada, motivada, muy positiva, ilusionada
... Allí encontré la inspiración para desarrollar mi cometido, poder ayudar a
los demás . En definitiva había llegado la hora de hacer un cambio personal,
tenía que tener la mente abierta y aprovechar las oportunidades que cambiarína mi
destino. Había aprovechado el tiempo. En sentía tan llena!
En mi llegada al Aeropuerto de Barcelona noté una sensación
extraña. Al poner el pie en el suelo, sentí un vacío dentro de mi cuerpo, difícil de explicar, pero no quise hacer mucho caso. Tenía tantas ganas de ver a
mi familia!
Cuando llegué a la puerta de salida de pasajeros, me
sorprendió que no hubiera nadie esperándome. Teóricamente había quedado como
punto de encuentro en la puerta de salidas de la terminal A.
- Caramba! - Me sentí decepcionada.
Yo esperaba encontrarme allí a mis hijos y a mi marido.
Quería contemplar la reacción de los niños justo en ese momento tanto
delicioso, cuando captan la imagen de su madre, y ... acto seguido chillan:
MAMAAAA! y comienzan a dar saltos como monos corriendo hacia mí, para darme un
fuerte abrazo y muchos, muchos besos ...
- Qué tierno, no? - Me imaginé.
Pero no, allí no había nadie. En ese momento abrí el móvil,
y me di cuenta que no tenía ningún número en la agenda de contactos.
- Caray! ¿Qué le ha pasado a mi móvil? Como me han
desaparecido todos los contactos? -pensé.
Apreté unos números y llamé a casa.
- "Teléfono inexistente". - Contesta la compañía
telefónica.
Qué extraño! - Pensé.
Entonces decidí coger un taxi para dirigirme a casa.
- No te preocupes que queda poco para llegar! - Me dije para
tranquilizarme.
- Seguro que no estaban en el aeropuerto por qué ha habido
un mal entendido. - Lo justifiqué.
En el último kilómetro para llegar a casa, empecé a notar
palpitaciones en el cuello, La ansiedad comenzó a invadir me. Tenía tantas
ganas de que estuviéramos todos juntos!
- ¿Qué exagerada que eres! Si sólo has estado tres días
fuera de casa! Mira que eres pánfila! - Mi cabeza renegaba.
Cuando llegué a casa, metí la mano en el bolso para coger
las llaves y me di cuenta de que la puerta de casa había sido cambiada.
- Caramba! Qué extraño! La puerta está cambiada! - Exclamé
muy sorprendida.
La puerta estaba vieja y deteriorada, pero habíamos pensado
que esta primavera le haríamos una restauración y quedaría como nueva, así
duraría unos años más (hasta que planteáramos comprar una nueva).
- Pero he aquí mi marido ha tomado la iniciativa y la
ha cambiado sin consultarme, si me gustaba el modelo o si era el momento de
comprarla. - Pensé molesta.
Como la llave que tenía ya no servía, llamé a la
puerta y .... salió mi hijo pequeño. Me miró y ... no reaccionó, mejor dicho,
no me conoció.
- ¿Qué desea?- me preguntó amablemente.
- Entrar, precioso, - Le contesté.
Al mismo momento, mi hijo mayor se dirigió a la puerta y ...
tampoco me conoció. Me hablaban como si fuera una persona desconocida.
- Señora, ¡donde va usted! - Exclamaron ambos.
- ¿Dónde queréis que vaya bonitos? - Dije cariñosamente,
entrando en casa.
Pensé que estaban bromeando, pero ... me lo aclararon todo
cuando llamaron ambos juntos a su padre y .... a su madre:
- Maaammmmaaaaa, Paaaaaapaaaaa ... bajad por favor!
Mi marido estaba muy guapo, siempre lo ha sido. Me dirigí
hacia él para darle un beso en sus labios y dar un gran abrazo, cuando de
repente escuché la voz de una mujer, y ... apareció "ella". Aquella
mujer no era yo, y además era muy atractiva.
No entendía nada de nada. Toda aquella situación no tenía ni
pies ni cabeza. Era patética y surrealista.
- ¿Qué pasa aquí? ¿A qué estás jugando? Y esta chica, que
hace en casa? - Pregunté muy molesta.
- ¿Quién es usted? - Dijo mi marido todo sorprendido.
- Yo no la conozco de nada! - Se dirigió a su mujer, y no
hacia mí.
Ella hizo una cara de resentida.
- De acuerdo, este juego se ha acabado! Y no me ha gustado
lo más mínimo! - Ella tartamudeó, muy molesta.
El matrimonio pidió por favor que se fuera de su casa, estaban muy
molestos.
En ese momento yo estaba fuera de mí, perdida, angustiada,
sufría un gran estrés emocional, y todo mi cuerpo temblaba. Me faltaba el aire,
y el corazón me latía tanto, que me hacía daño. Estaba sufriendo un bloqueo
mental y físico. No podía entender nada de nada.
Fui a la fuente de una plaza que hay al lado de casa y me
mojé las manos y la cara.
- Piensa, piensa, piensa ...! - Me decía a mí misma.
- Y ahora qué? Y ahora qué hago? - Me pregunté.
"Hacía sólo treinta minutos, yo era una persona llena.
Tenía todo en la vida: una familia que me quería, mi hogar, mi trabajo, mis
amistades, mis ilusiones y proyectos y un gran futuro por delante ".
"Treinta minutos atrás estaba, psicológicamente
hablando, con una alta autoestima, entre una larga lista de adjetivos
positivos. En un momento todo se había fundido. La identidad de una persona es
tan vulnerable cuando sus pilares desaparecen! "
Dios mio y ahora qué? - Decía desesperada.
Ojalá esto fuera una pesadilla! - Supliqué.
Empecé a llorar desconsoladamente. Mi angustia era tan
fuerte! Poco a poco iba perdiendo mis fuerzas, iba desfalleciendo, tenía la
sensación de que perdía la ingravidez, caía al vacío de... no sé dónde. La última
bocanada de aire que cogí para respirar la utilicé para hacer un grito con toda
mi fuerza. Fue tan potente!
Noté el golpe de la caída.
- Aaaaaaah, ¡qué dañol! -repliqué.
De repente me di cuenta de que había un silencio pulcro, una
luminosidad inmensa. Mi cuerpo poco a poco se estabilizaba. Cuando me
incorporé, miré todo a mi alrededor y no vi nada. Todo era blanco, un blanco
intenso. No paraba de dar vueltas sobre mí misma. A lo lejos percibí una sombra
que venía hacia mí.
-Parece Que es una persona! - Forcé la vista.
-Si, ¡Ya veo! No sé si es un hombre o ¿una mujer? - Miré
fijamente.
Seguía dirigiéndose hacia mí. Va vestida de blanco.
- És..oh! si ... soy yo misma!
- La verdad es que estaba atractiva, siempre he pensado que
el color blanco me faborecía.
-¿Qué significa todo esto? que estoy muerta? -le Pregunté.
Me cogió las manos y me sonrió diciéndome con una voz
cálida:
- No tengas miedo de nada, y sé valiente, sé siempre tú
misma, guíate por tu intuición y confía en ti, eres una de ellas, eres
"EXCELENTE".
Entonces mis manos se me escaparon de las suyas,¡que eran mías también!.
Una fuerza me empujó hacia atrás, me alejaba de mi imagen blanca. En milésimas
de segundo la perdí de vista, la luminosidad blanca fue perdiendo color y se
fue oscureciendo.
Y en ese momento abrí los ojos, y volvieron los colores.
Veía en el cielo unos pequeños nubes. Estaba muy relajada y en paz. Conforme
miraba hacia atrás, vi las alas del avión que ya estaban bajando para aterrizar
en Barcelona. Este fue el momento en que desperté de un sueño o ... tal vez de
una iluminación!
Cuando bajé del avión no quise perder tiempo en coger el
equipaje. Me dirigí hacia las puertas de salida de pasajeros de la terminal A.
Mis ojos, bailaban y bailaban a fin de encontrar a los tres
entre la multitud. Sólo veía a gente abrazándose con caras de satisfacción,
alegría y calma. Pero ellos no estaban. No había nadie esperándome. ¡Me volvía a
quedar sola! Lo peor de todo es que sabía que no estaba viviendo un sueño. En
aquel momento nada tenía sentido. Resignada, fui a recoger el equipaje. Estaba
hundida, con una mirada triste y mi energía estaba pendiente de un hilo para no
caer desfallecida.
Cualquiera diría que venía de unas conferencias en la que los
principales adjetivos que aportaban eran motivación, positividad y energía.
Mi
situación por segunda vez era para empezar a llorar. Cogí la bolsa para
comprobar el móvil y hacer una llamada. Cuando ... escuché unas voces gritando,
me di la vuelta y ... mis pupilas captaron a los tres. Eran ellos, estaban allí
los tres muy contentos.
Entonces, fui yo la que saltó como un mono, la que
grité como una niña pequeña y la que corrió hacia ellos para dar muchos abrazos a mi
marido, a mis hijos, y no paré de dar muchos y muchos besos.
- Perdona por hacerte esperar. He pinchado la rueda del
coche y no he podido llegar antes.- Se disculpó mi marido.
Yo estaba tan emocionada! Me caían las lágrimas de emoción.
-¿Qué Feliz soy ahora! - Pensé cuando nos abrazábamos los
cuatro.
-Reflexión.-
En ese mal momento me encontraba sola, no era
nadie. Por mucha sesión de coach que me había impregnado, comprobé que si no
tienes ninguna identidad, ningún origen, ningún proyecto, ningún vínculo,
ninguna persona a quien amar cerca de ti, no tiene ningún sentido la vida. Todos
necesitamos tener personas que te esperan, personas que te quierne, que te valoran, que
te necesitan. Necesitamos luchar para conseguir proyectos en la vida, ir en
busca de conseguir todos aquellos ingredientes que dan color, sabor a la vida, en definitiva "Magia". Tener en la memoria historias vividas y saber
que nos queda una larga vida por hacer.Pero sobre todo ser en todas las cosas
"EXCELENTE".
Si quieres ver el vídeo:
Si quieres ver el vídeo:
excelente relato!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarncreíble!! Aunque tengo una duda: mi relato lo escribo como si yo fuera la espectadora? Ósea desde afuera, o dentro de la historia, por ejemplo: Lo vi caminar hacia mi con esa increíble sonrisa que posee y yo lo esperaba con el corazón latiendo con fuerza. O por ejemplo: caminaba hacia ella quien lo esperaba con el corazón latiendole con fuerza.... Cuál de las dos es correcta?? Es que aún no sé como comenzar a narrar. Gracias por resolverme mi duda. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarncreíble!! Aunque tengo una duda: mi relato lo escribo como si yo fuera la espectadora? Ósea desde afuera, o dentro de la historia, por ejemplo: Lo vi caminar hacia mi con esa increíble sonrisa que posee y yo lo esperaba con el corazón latiendo con fuerza. O por ejemplo: caminaba hacia ella quien lo esperaba con el corazón latiendole con fuerza.... Cuál de las dos es correcta?? Es que aún no sé como comenzar a narrar. Gracias por resolverme mi duda. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar